martes, 7 de octubre de 2008

PUJA POR AUDIENCIA


Caminando por las calles de la ciudad el treinta de septiembre, la aglomeración de la gente ante los vitrales y cafeterías de la capital era insoportable lo mismo que en las oficinas de las entidades que estuve visitando. Allí se dejaba el cliente en la sala de recibo mientras que se especulaba a raíz de lo que decían los medios de comunicación Parecía que se estuviera realizando un campeonato mundial de futbol, de ésos que, nuestra selección Colombia en otra época nos mantenía pegados al televisor y alejados del trabajo, apostando y futurizando con cábalas su buen desempeño. La audiencia era infinita, las cadenas de televisión y la radio peleaban por la información y hasta hacían rifas de productos con el fin de tener cautivo al tele-oyente. Hasta había enfrentamiento entre los analístas deportivos.

¡Hoy se superó la expectativa! Es increíble que los medios de comunicación no respeten el dolor humano, tanto de las familias que están afectadas por la pérdida de un ser querido; como la de sus televidentes y oyentes que llaman para lanzar improperios al aire y para pedir que “maten a todo mundo o que los entierren vivos” por esos actos sin conciencia de algunos sicópatas. Esto sucede porque existe una ley obsoleta que no se cumple y que dura años en dar veredictos, dejando en la impunidad los crímenes, de adultos y adolescentes.

No es digno que al secuestro y luego asesinato de un bebé se le haga un seguimiento público y mundial por los medios de comunicación, por nada más y nada menos que; por audiencia. Esta investigación la tenían que hacer las personas encargadas de aplicar justicia y sin acoso de los medios a los agobiados familiares que están mas pendientes de su dolor, que en contestar preguntas capciosas.

Hoy en día ¡Se está desvirtuando la teoría de la comunicación! La noticia de que si un hombre mordía a un perro ¡era la noticia! Pero, lo in del momento en los medios de comunicación es: trasladar sus equipos al costo que sea al lugar de los hechos y transmitir en directo sin editar desde el mismo hecho de los acontecimientos, y en plena obra litúrgica efectuando relatos de los sucedido, y sin miramiento alguno se hacen tomas directas a los rostros de los dolidos familiares; que con mascara de oxígeno derrumbados por su dolor, se les pregunta: “cómo se sienten”. Esto hace que los televidentes y oyentes opinen desgarrando sus pensamientos conmovidos por los hechos que se les emite sin control alguno de los que regulan la televisión. ¡Claro! estas imágenes tienen que paralizar al pueblo hábido de cualquier suceso y más si es la de un infante.

Este asedio a los familiares hace que se enfermen psicológicamente siendo unas segundas victimas de aquellos avasalladores de la comunicación, que sin criterio muestran al mundo lo que sucede con una madre, abuelos y su difunto retoño. Por el momento fue el despliegue para acaparar audiencia y superar en rainting a su competencia, después se olvida la infortunada familia que no volverá a tener ese despliegue publicitario gratis y sí oneroso para el medio.


Por:
LUISALEJANDRODIAZ