miércoles, 6 de julio de 2022

viernes, 12 de marzo de 2010

¿Qué nos espera...? ¡Se acabaron las ideas...!

¡Me encuentro muy anonadado! Como es que: Los candidatos a ejercer el cargo burocrático más alto de Colombia, se les haya agotado la capacidad de diseñar proyectos nuevos, que saquen a flote la región, donde cada día se presenta una nueva enfermedad, en contra de la sociedad.
La capacidad de crear planes de gobierno quedó obsoleto. Se ha escurrido del tradicional estadista progresista e innovador, al simple mensajero continuista, de los legados hegemónicos, logrados con un alto costo humano y un exiguo resultado. Entrevistas, pasacalles, plaza pública, en provincia, en barrios pobres, con volantes entregados directamente en los servicios masivos y colectivos; los candidatos a la presidencia, esbozan la prolongación de la seguridad democrática, Acción social, ley de justicia y paz, confianza inversionista, toda una encomienda de seguidismo, a la degeneración de las leyes sociales del país. Lo único que distingue a los candidatos es el logo de su partido, por que en cuanto a apreciación vocal, todos proponen lo mismo, que los colombianos sufrimos todos los días.
No estuve de acuerdo con los desaciertos de Uribe, pero ahora le doy todo mi respaldo. Me demostró que, la era que él esquematizó, dejó fuera de contexto a los que esperando su reelección o no, quedaron en libertad de seguir la campaña al podio presidencial
Su encrucijada del alma y el toque de la palma de su mano sobre el pecho, opacó a los presidenciables, que ahora se representan con imágenes de Uribe, para incrementar sus adeptos.
Uribe no los ha dejado pensar en beneficio propio. Con el famoso guiño que les hizo en su momento, los cautivó. –cuando estamos en una reunión y guiñimos el ojo a los niños, ellos ya saben que hacer-
Por lo cual, los candidatos recitan la oración perfecta: “Haremos y desempeñaremos a cabalidad la encomienda dejada por el presidente Uribe”
¿Por qué se presenta la situación? El plano capitalista que es el que a fin de cuentas, sube presidentes al poder; quiere seguir con éstas políticas que no les benefician sino a ellos, por que el trabajador de sol y de sombra, que es el que produce para subsistir, siempre lleva el último puesto. Este es el gancho político para que el más obstinado, por la burocracia infinita lo lleve a dirigir lo in dirigible.
El capitalismo rampante criollo de Colombia, que quería seguir con Uribe. -Aunque las en cuentas dijeran, que no sería reelecto para ocupar el trono-, desean, que el próximo mandatario siga con sus políticas, es decir, copiar lo mismo de antes. No lo hacen por los secuestrados, ni tampoco por los falsos positivos, ni por las familias en acción, ni menos por el narcotráfico; simple y llana mente, las legislaciones que se hagan, siempre serán benéficas a los grandes pulpos económicos. Miremos cerquita: La emergencia de la salud. Que con éste acto legal no se va a solucionar la salud del pueblo, más bien la empeora.
Los candidatos esbozan lo que el gran capital quiere escuchar, el que se salga de éste contexto queda fuera de la contienda política. Y los futuros presidentes, cual sea; lo en tienden así.
Algunos se resbalan un poco del legado, con propuestas tales: fomentar un empleo familiar, que en otras palabras es trabajar independiente, como lo está realizando, el sesenta por ciento de la población. Ni se parece al programa del Sena, que fomenta la inversión hasta el cien por ciento del proyecto que se le planteé, con el fondo emprender. Otros, atesorando votos contundentes por la mayoría de las mujeres del país, con el eslogan, de pronunciar a la mujer a todos los niveles del estado, porque es la promotora del desarrollo, cuando sabemos que nosotros somos un país machista.
Con esto quiero decir: Se acabaron las lumbreras, que alguna vez dirigieron a éste país, con propuestas revolucionarias de utilidad para el pueblo, en búsqueda de una sociedad mejor, donde los electores identificaban por quién sufragar. Hoy, no encontramos ése caudillo. Se esconden tras la puerta de la inoperancia absoluta, copiando lo análogo, y propuestas alternantes propias de cada hueste; Nin… Gu… Na…, cero pollitos.

POR:
LUIS ALEJANDRO DIAZ
PERFIL:
ECONOMISTA, INVESTIGADOR SOCIAL
DESCRIPCION:
No hay con quién jugar. Partidos y partidos, doble burocracia.